lunes, 16 de marzo de 2015

Pero nunca del todo.


¿Por qué no podría yo compararme a los mayores santos? ¿Acaso he derrochado menos locura para salvaguardar mis contradicciones que la derrochada por ellos para superar las suyas?
Cioran

Francesca Woodman

En mitad de la noche abro la puerta y salgo de casa al jardín que siempre he tenido en mi imaginación.
Descalza los pies me duelen pero es la única forma de sentir que camino.
Desnuda el cuerpo me duele pero es la única forma de sentir que vivo.
Ando y ando hacía ninguna parte con la prisa con la que andan los que se dirigen a algún lado sin saber que todos los destinos son la muerte.
Ando y ando y a veces me cruzo con gente que me sonríe de forma siniestra pero cuando me giro ha desaparecido entre la suciedad que otorgan a la noche las farolas.
Ando y ando atenta a todas las ventanas para encontrar a algún insomne dispuesto a salir a la calle. Es difícil que la gente salga de su casa porque el sueño no viene pero seguimos esperando todos, años y años, hasta que nos abraza.
Ando y ando hasta salir de la ciudad y pisar el canto de las ramas y el viento. 
Me adentro cada vez más en el bosque y me tumbo en el suelo.
Estoy tan cansada que mis dedos deciden acariciarme y darme todo el amor que da la noche.
Decido entregarme a mí misma y a todo ante los ojos camuflados de todas las almas.
Me palpo y me canto como a un mesías que llega sin ser proclamado.
Ando y ando entre los pliegues de mi sexo en busca de un dios que nunca ha sido encontrado.
Me masturbo hasta difuminarme con los bordes dentados de las hojas de los árboles y desaparecer de la vida de la calle del cuadro de las ventanas de los ojos de todos los despiertos vecinos.
Pero de repente
mis dedos se convierten en temblores punzocortantes
y yo, acostumbrada a una vida insomne

descubro que tengo miedo a la oscuridad.

4 comentarios:

  1. una vez leí que tenemos miedo a todo aquello que ya nos ha ocurrido. bienvenido sea el abrazo al miedo, el insomnio o la oscuridad.

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  2. Un texto lleno de sensaciones... Maravilloso...
    Creo que he podido leerlo tres o cuatro veces seguidas... :)

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  3. ¿a qué tendría miedo Ciorán...?

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Escupe.